Queremos unas fotografías de boda naturales y sin posados
Fotografías de boda naturales y sin posados fue la primera condición que María nos pidió cuando decidió que haríamos el reportaje de su boda.
Conozco a María desde niña y sabíamos que, por su personalidad, no era posible realizar ningún otro tipo de reportaje que no fuera ella misma. La fotografía documental, o como se conoce ahora, el fotoperiodismo de boda o wedding photojournalist, es fácil cuando te encuentras con parejas como Alberto y María.
María tiene una personalidad arrolladora en el sentido más especial del término. Tiene una atracción fotogénica natural que puede dejarte observando durante horas. Alberto, de fondo más tímido, estaba deslumbrante y brillaba también por su naturalidad. Me atrevo a decir que, como mi cámara, él podría también mirar a María durante horas.
Ante este espectáculo nos encontramos, mi cámara y yo; dispuestos a hacer lo que nos gusta hacer. Contar historias de boda, de días felices, para recordar, para disfrutar pasado el tiempo con el recuerdo, para retomar en los malos momentos y poder decir, «que nos quiten lo bailao».
Y es que la boda de Alberto y María fue precisamente eso. Un baile de principio a fin. María nos recibió en su casa y nos encontramos con una novia bailando y cantándose a sí misma ¡Qué guapa está la novia!
Abrazos, risas, emociones durante la ceremonia hasta que, tras el arroz, Alberto y María me dijeron que no querían hacerse fotos. Querían pasear por Toledo, bailar y reir junto con todos los que tenían la suerte de cruzarse en su camino.
