
Parece que este año las bodas en primavera vienen, no solo con lluvia, si no también con algo de frío. Seguramente Antonio y Julia contaban con posibilidad de lluvia en su boda cuando decidieron celebrarla en abril por lo que ninguna nube pudo apagar en absoluto una celebración brillante por sí misma. Así fue como celebraron su boda en la Catedral de Toledo y el Cigarral de las Mercedes. Y como siempre decimos cuando llueve; novia mojada, novia afortunada. Y en este año tan escaso de agua, afortunada por partida doble. La Catedral de Toledo y el Cigarral de las Mercedes estaban espectaculares para recibir a Antonio y Julia el día de su boda y es que cuando llueve, la atmósfera se torna limpia y es posible ver con mejor detalle y contrate cada detalle de una de las joyas arquitectónicas y artísticas de interés mundial. Si vas a…