Postboda en Toledo. En casa como en ningún sitio.
Últimamente parece estar de moda realizar la sesión de Postboda en ciudades diferentes a las de la propia boda. Capitales europeas y ciudades con playa parecen ser las favoritas de las parejas en los últimos meses. Sin embargo una postboda en Toledo siempre es especial y nos encanta.
Es verdad que las localizaciones son las mismas que podríamos tener el mismo día de la boda, que son de sobra conocidas por nosotros. Pero quizás sea por eso que es un nuevo reto. Es el momento perfecto para descubrir nuevos lugares y rincones.
Siempre hay sitios que descubrir pero en una boda hay algo que limita la búsqueda. El tiempo. La postboda nos permite experimentar sin límites lugares nuevos, incluso cuando nos encontramos con una postboda en Toledo.
Hace mucho años, un viejo maestro de fotografía me dijo que «cada vez que hiciera un trabajo mirara con el corazón y compusiera la imagen con pasión». Esta premisa puede aplicarse en cualquier lugar y en cualquier momento.
Una postboda en Toledo tiene muchos argumentos para emocionar. Es una fuente inagotable de inspiración y si además cuentas con una pareja tan magnífica como Sixto y Sara, todo son facilidades.
En su sesión podrás encontrar la monumental Toledo de siempre desde una perspectiva «Postboda». Con la tranquilidad y la naturalidad que desprenden una pareja una vez pasado el gran día.
La expresión es más natural, más relajada. Ya no solo no hay preocupaciones sobre la boda o sobre los invitados. Es que además, la pareja acaba de llegar de un viaje al Caribe o de un crucero inolvidable. No siempre es posible, pero si hay algo mejor que una postboda en Toledo es una postboda en Toledo // Post Luna de Miel.
